Llegar no es nada fácil. Es la época más fría
del año en el lugar en donde vivo. Pero ahora no estoy ahí. Acá, el calor es
agobiante y el silencio estremece. Cientos de kilómetros a través de la ruta
sin poder distinguir más que montañas y vacas. Atrás quedó Famatina, una de las
reservas de oro más grande de Argentina, y mucho más lejos Jachal.